miércoles, 19 de enero de 2011

CAP. 30

Suelen decir que un día en el Cielo, es aproximadamente 100 años  en la Tierra… bueno, para mí fue todo lo contrario. Mi estadía allí apenas había durado unos días y ya las sentía como toda la eternidad completa. Teniendo en cuenta como me siento acá me di cuenta de que soy una persona bastante impaciente y ansiosa, también pesimista… Según aquel extraño cuerpo de luz que anteriormente me había encontrado yo en otra vida fui una persona que debió acostumbrarse a largas esperas, por eso ahora intenté atravesarme la vida a las corridas y aun lo sigo haciendo después de viva… pero, ¿Qué hacer para poder cambiarlo?, según el extraño ser yo misma debería averiguarlo, ojala eso hubiese sido tan sencillo.
Me pasaba los días reposando en las nubes, haciendo mover remolinos de aire densamente perfumados con aromas florales. O caminando por caminos de estrellas y aterrizando en soles y lunas lejanas, intentando divisar en vano el plano en donde se encontraban todos… ¿Qué habrá ocurrido con los gemelos? Luego, pensé en Shasta y la ardua tarea que debería estar teniendo junto a Georg, Gy y Marlene al seguro intentar domar a la fiera salvaje de Tom, seguro Amalia estuvo rondando por aquellos lugares. Seguro todo lo que pasaba es parte de alguno de sus planes.
El hecho de recordar que mi madre, Fernanda, y las demás personas que quiero están en el infierno ardiendo en sus propias penas, llorando y sufriendo para toda la eternidad hacía que mi enojo creciera y mi corazón se estremeciera de la tristeza. De repente una suave brisa recorre a mi alrededor y se posa a mi lado, en el medio de un cometa errante en movimiento. Enseguida deduje que era ese cuerpo de luz con quien conversaba…
Llegamos a hablar largas horas acerca de muchas cosas que llegaban a abrir mi mente y me dejaban ver el sentido de lo que ocurría, aunque también me generaba más dudas…
            _No pretendas entender el sentido de todo en menos de una noche…-dijo sonriendo.-ni yo, con mis miles de años acá llego a entender algunas cosas que suceden. Como por ejemplo, cómo muchos por amor llegan a entregar todo lo que tienen, como…
            _Shasta.
            _ Exacto. Es tan increíble como supo que esa joven era para él en el simple instante en el que la vio sufrir desde lo más recóndito de la Tierra. ¿Cómo pudo darle justo en el blanco? Y, ¿por qué abandonó todo acá si lo podría llegar a tener todo, bueno, menos el control total del Universo, que de eso se ocupa Dios…?
            _Cada ser es un mundo aparte, cada mente es aun mas grande que los mismos cosmos, y pienso de que este no era el lugar correcto para alguien como Shasta, el se siente en la Gloria, en lo sencillo de la Tierra. Quizá fue por eso que se enamoro tanto de aquella joven, por lo poco que se era una campesina pobre que trabajaba todo el día por los demás y no pretendía nada mas, más que sus hermanos estén a salvo. Seguro que de algún modo el pudo comprender lo que había en su corazón y lo que pasaba por su mente.
            _Eso es muy probable… Alguna vez me gustaría sentirlo…
            _Ojala algún día lo experimentes-dije palmeándole el hombro mientras destellos salían de su cuerpo al tener contacto con cualquier otro cuerpo.
Seguimos conversando mientras contábamos supernovas y estrellas fugases, nos reíamos, el hablaba de manera pausada y tranquila, lo explicaba todo y no le importaba repetir lo mismo diez mil veces algo para poder hacerse entender. Creo que se estaba formando una linda amistad, el me entendía a la perfección y sabia mas de mi que cualquier otra persona, era como si hubiese estado con migo en los años de mi vida, en cada momento viviendo mis días con migo.
            _Jamás nos presentamos…-dijo el ser luego de quedarnos callados por un instante. Le extendí mi mano.
            _Agustina-dije sonriendo. El ser miraba asombrado y alegre mi mano como si se tratase de un premio o algo así…
            _Jamás me había presentado así, siempre fue mi sueño poder presentarme de esta extraña manera.-dijo y tomó mi mano sonriendo, cuando lo hacia irradiaba aun mas luz de lo que normalmente hacia.
            _ ¿De verdad nunca saludaste así?-pregunté extrañada.
            _No, jamás… es que como soy un ángel importante no bajo a la Tierra tan seguido como los demás, y siempre que me tengo que presentar con alguien tengo que hacer toda una escena, así causo más impacto en la gente. Lo que no implica extender la mano ya que es un saludo demasiado simple.-dijo mientras seguíamos subiendo y bajando nuestras manos- Oh, jamás imaginé que fuese tan divertido…-yo reía por la inocencia del ser, y me puse a pensar… ¿Ángel importante?
            _Mmm creo que ya sé quién sos, pero tengo miedo de confundirme…
            _ Nunca vas a saber si no me decís quién crees que soy.-dijo mientras seguíamos haciendo el saludo.
            _ ¿A caso vos no sos Gabriel?
            _ NO… jajá si, si lo soy…-rió mientras se ponía frente a mi. Entonces pude ver como sus alas se desplegaban de manera solemne, batiéndolas suavemente y sacudiendo algunas estrellas.
Debía admitir que Gabriel era aun mas enorme y majestuoso que Shasta. Lo superaba en tamaño, en brillo, en belleza. Simplemente era la criatura más hermosa que jamás había visto. Y también la más compleja a la hora de describir. Su mirada irradiaba poder lo que hacía tenerle un poco de miedo y respeto, pero a la vez se veía el amor con el apreciaba la vida y todo lo creado desde el principio… Sus cabellos dorados y finos le llegaban casi hasta su cintura, tenía una pequeña cicatriz en su nariz respingada y sus ojos eran pardos, casi rojizos, hablaba despacio y movía muy lentamente la boca al hacerlo…
Su cicatriz me causaba mucha intriga, cuando me hablaba no sé por qué motivo la miraba fijo y no podía evitar correr la mirada hacia  sus ojos. Me sentía mal intimidándolo así… pero de verdad era algo extraño ver la marca de una herida en un ángel, mas uno que jamás había abandonado el Cielo excepto por unos minutos. El hablaba y hablaba y yo no me contuve mas y lo interrumpo.
            _ ¿Por qué tenes esa cicatriz?
            _ Oh…-exclamó tocándosela- este, es algo gracioso, porque yo estaba volando hacia la Tierra y no vi que enfrente había una estrella y… mi nariz fue la primera en sentirla- dijo y sonrojó.
Seguimos conversando mientras nos reíamos de su accidente y en eso me dice.
            _Agus, yo conozco una manera de ir a la Tierra sin que nadie deba dejar sus poderes o su vida o su alma…

1 comentario: