CAP. 19

Bien, ya mi ser se había ilusionado lo  suficiente como  para volver a confundirme… ésta vez pretendía no imaginarme a nadie a mis espaldas, simplemente voltear y ver quién era; aunque debo admitir que sentí de nuevo aquellas dulces sensaciones que no sé por qué razón se multiplicaron y se sintieron más intensas y dulces, el ambiente se llenó de un exquisito aroma, un aroma que a mi memoria le traia muchos hermosos recuerdos, un aroma con el que ni usando diez mil palabras podría llegar a describirlo mejor que con una simple, y corta palabra : LIRIO…  Definitivamente era el! Al fin lo vería… necesitaba tenerlo, sentirlo…con una iluminada sonrisa volteo y veo: su mirada penetrante e iluminada que delataban cuan serio y maduro era, esos labios tan gruesos y hermosos, simplemente deliciosos y perfectos su preciosa nariz que apenas se arrugaba mientras una dulce sonrisa se le dibujaba en el rostro al verme… “Bill!!” pensé para mis adentros, iluminada y feliz. Me toma del rostro y con su mano delicadamente corre mi cabello de mi ojo y lo coloca tras mi oreja “Así se te ve mejor tu cara hermosa”, dijo y me sonrojé enseguida, me muerdo el labio inferior apenas rozándolo con mis dientes seducida por la tentación de besar los labios de Bill, mira fijo mis labios y nos besamos… era tan hermoso sentir como su boca acariciaba la mía, como delicadamente iba posando besos sobre mi rostro. Simplemente me sentía querida por el.

 Giramos y vemos a nuestro alrededor, estábamos en un prado hermoso donde los pájaros cantaban dulces y alegres mientras los rayos del sol le acariciaban sus alitas al volar a lo alto del cielo azul, libre de nubes… a los pocos metros se oía un rio cristalino y fresco, con poco caudal y lleno de peces de colores que algunos, se quedaban atorados en las ramas de los sauces llorones que se reposaban a la orilla.

_ Regalo de Georg- sonrió mientras miraba alrededor       

_  Qué bueno que es-sonreí y lo mire, asintió con la cabeza y me miró a los ojos.

_ ¿De qué hablaban ustedes hace un rato?

_ ¿Qué te importa?-bromeé y sonreí

_ Mira que si no me decís te puedo convertir en sapo-rio y me abrazó.

_ De el, y de muchas cosas mas- “como por ejemplo esa chiruza que últimamente me está cansando de que sea noticia, mas con vos… “ pensé enojada.

_ Ah… su vida, si muy dura… pobre, yo lo admiro.

_ No entiendo, vos viviste lo mismo, bueno, casi.

_ El vivió algo peor: la decepción de ver a sus padres cometiendo graves errores, esas cosas no se borran mas de la mente, por más que se perdone no se pueden olvidar… por eso yo no creo en la frase “perdonar es olvidar” yo creo que perdonar, es superar e ignorar cosas que te hirieron, pero eso… es como una cicatriz queda por siempre.

 Bill tenía razón, me sentí estúpida por haber dicho eso… no sé por qué, es que a veces me encantaría ser tan madura y perfecta como Bill, así el estaba feliz con migo, no se… yo sentía que él era demasiado para mi… eso me deprimía. De repente, me acuerdo de Georg (o_O lo sé, muy loco) y le pregunto a Bill, recordando su extraño acento:

_Georg nació acá?

_Si por qué preguntas? Por lo raro que habla?

_Si

_ El es una bola de misterios, nunca voy a saber porque GRRRAAZON HABLA CON ESA EGGRRREEE –dijo imitándolo, sonreí y baje mi mirada.

Me preguntó si estaba bien, le dije que si, aunque mi corazón se desarmaba  a pedazos, sintiéndome mal con migo misma por sentirme menos que cualquier ser en la tierra, lo sé soy acomplejada, eso es lo que mas he odiado de mi… Bill notó mi cara triste, me abrazó me besó la frente y dijo:

_ Para mi sos prefecta, ¿Oíste?-lo abracé, se me cayo una lagrima y sonreí. No podía ser tan dulce, el siempre encontraba la manera de hacerme sentir bien…- Tenes que despertar, ya pasaron diez horas desde que te dormiste, bella durmiente.

No tenía noción del tiempo, a veces se pasa volando cuando una sueña… Desperté.

La luz del Sol me quemaba la cara, hacia que mis ojos piquen, Gy y Fer estaban desayunando con mi madre en el comedor, Marlene me esperaba sentada en un sillón de mi habitación.

_ Buen día dormilona-dijo sonriendo mientras me destapaba.

_Buen día, me estuviste esperando?

_Toda la mañana, desde la madrugada.

_Ah, sos como un perrito fiel vos hahahaha- dije en broma.

_ Tu humor no me parece en lo mas mínimos gracioso-contesto seria, uf que secota era a veces. Me vestí y bajé a la cocina, desayunamos, conversamos y suena el timbre de seguro era Gustav,  habíamos quedado en volvernos a ver y me dijo que seguro hoy pasaba a verme: dicho y hecho, el estaba ahí… le presenté a las chicas y salimos a sentarnos a la vereda, los cuatro nos divertíamos, pasamos un buen rato juntos, la verdad Gy animaba a todos hablando cosas graciosas, o recordando momentos vergonzosos, Gustav parecía serio, hasta que entraba en confianza… después llorabas de la risa junto a el, era una maquina de hablar cosas pavas y graciosas,ese chico era un caos.

 De repente estábamos ahí cuando aparece Ícaro y nos larga un chirrido fuerte y ensordecedor, yo me enfurecí, no poda estar ni un día con mis amigos que ya ese bicho molestara! Gustav me miraba extrañado, como si estuviese loca, Fer gritaba del miedo… ella conocía un poco mas sobre ese monstruo y sabia que había que temerle mucho, pues venia del infierno creo que eso era argumento suficiente para saber cuan peligroso es, y Gy. Bueno, Gy gritaba al igual que lo hace al ver una paloma, un perro, un insecto… era completamente normal oírla chillar por cualquier ser vivo.

 Me paro, dispuesta a desplumarlo con algún hechizo, o de ultima, si eso no le bastaba… lo reventaba a patadas; bicho de mierda!.

_ Verdamnt vogel Geeeh!!!!!!!!!!-grité mientras mi voz cambiada de femenina a un vozarrón grueso y seco, casi carraspeante. Me extraño mucho por el suceso.

 Mis ojos, comencé a sentirlos extraños, como ardientes. Comienzo a levitar, noto como mi cuerpo se vuelve parte del aire, y como mi cabello se revuelve mas y mas, miro con cara desafiante al pájaro y este me  devuelve la mirada con un chirrido agrio. Dispuesto a luchar con migo. Estaba a casi seis pisos de altura, casi lo alcanzaba me acerco mas y mas… ambos flotábamos; cuando de repente, el ave alza vuelo y se aleja rápido de mi. “Esto no queda asi, pájaro de mierda!”-pensé, tome fuerzas y lo segui…