jueves, 6 de enero de 2011

CAP 20

Inmediatamente Gustav, Gy y Fer quedaron atrás,  la ciudad se veía increíble desde la altura que tenia, se podía ver todo.  La mayoría de las azoteas de los edificios estaban mugrientas, las calles se veían con más claridad desde arriba y todo parecía un infinito juego en donde los autos se cruzaban y cambiaban destinos por esos caminos de asfaltos. De pronto, con el correr de las calles los edificios altos comenzaron a escasear al punto de quedar apenas algunos enanos de no más de 8 pisos, eran construcciones de mala muerte, de algún lugar dejado de la ciudad… había llegado a uno de los barrios más marginales de la ciudad, era el barrio en el que Shasta, Georg  y Bill habían estado viviendo.
 Deduje al cabo de un rato que seguramente el ave buscaba a Tom o algo así, no me equivoqué… a lo lejos podía ver a Tom caminar por las calles sin problema, como si no supiese que el bicharraco lo perseguía… de repente Ícaro  se vuelve mas espeso con el viento, sus plumas eran casi transparentes y cada vez se iba trasluciendo mas y mas hasta que se convierte en una  nube espesa que se difumina en el aire… Ícaro jamás había ido a casa, eso simplemente era un hechizo! Qué ilusa, cómo no me lo vi venir?
En eso, pierdo la concentración y caigo como un ave con el ala rota; por suerte un basurero resguardó mi caída, aunque con migo también se asomaron cucarachas y ratas. Tom me miraba perversamente con quién sabe qué tipo de inescrupulosos planes para hacer recaer sobre mí las más grandes desgracias; de pronto se acerca al basurero, me toma del cabello y me tira al piso con violencia. Se acuclilla a mi lado y me comienza a mirar sin respetar un poco el espacio personal… inmediatamente rasga mi remera en mi omoplato derecho y comienza a rozar con las yemas de sus dedos la cicatriz. Eso me enojó y la misma comenzó a arder quemando sus dedos. Enojado, toma mi rostro con violencia con una mano; y con la otra amaga a abofetearme; cuando me comienza a ver a los ojos: vi dolor, esperanzas, miedo, inocencia, terror, culpa, soledad… falta de amor, desesperación…  “El solo está perdido” pensé para mis adentros.
Tom notó que le leía la mirada, pero no me impedía hacerlo, al contrario me miraba con mas esmero aunque no era necesario, yo ya sabía todo lo que necesitaba saber  de el. Me miró mas, se me acerco mas y mas… de verdad necesitaba que alguien entienda que le pasa por su mente y por su corazón, de verdad necesitaba ayuda. Me dio pena, intenté acariciarle la mejilla lentamente para que no temiera,  solo quería demostrarle que no le haría ningún daño; simplemente le quería enseñar algunas cosas que el jamás había descubierto.  Al ver mi mano elevarse la reacción provocada por el reflejo que le causaba el temor fue asombrosa: cerró los ojos con fuerza e hizo un gesto como esperando un golpe… previniéndose al dolor.  Su asombro fue enorme al  sentir el dulce rose de mi mano con la piel de su rostro, simplemente relajo su cara y movió su cabeza de arriba abajo haciendo que mi mano lo acaricie mas, una lagrima se deslizo de su ojo y bajó hacia mi mano provocándome un leve cosquilleo, las lagrimas aumentaron y me abrazó con fuerzas… comenzó a sollozar. Lo abrazé y le sobé la espalda.
_Shshshshshshshsh- tarareaba como una madre lo hace con su bebe para que se duerma mientras lo mimaba, era casi como un niño…- te puedo ayudar, Tom.
Sus sollozos cesaron, se enderezó  y colocó sus manos sobre mis hombros mirándome con asombro.
_A…aa…aa-tartamudeaba.
_Ayudar, a….yu…..dar….
_Ayu, ayo, ayud,ayudiar!
_A… yu … DAR-dije remarcando la ultima silaba, torció la cabeza como un perro y se sentó en el piso con las piernas cruzadas.
_Mmmm, AYUDAR?… Cómo?
_Shasta-dije agachándome frente a el, mientras que lo llamaba sin esperar respuesta de Tom “Komm”, pensé y el ángel apareció.
Tom se levanto rápidamente y me miró decepcionado… me tomó por el cuello mirando al ángel con mucho odio,  comenzó a ahorcarme cada vez mas fuerte con sus toscas manos, Shasta trataba en vano de tranquilizarlo…
_ No ayuda!!  Lastimarme!-me susurro al oído casi como un llanto, y se alejó corriendo.
Caí casi inconsciente al  suelo, Shasta me tomo y se elevó majestuosamente hacia mi casa. 

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