Shasta volaba increíblemente rápido, sus alas se batían onduladamente como un ave de rapiña gigante… me abrazaba con fuerzas y yo me agarraba aun mas, íbamos a gran altura y temía caer, si lo hacía quedaba a la altura de una estampilla en el asfalto.
En pocos segundos dejamos el barrio, yo seguía un poco mareada, miro al ángel, lo tenía tan cerca… podía analizarlo todo. No me había dado cuenta, pero tenía grandes ojeras negras y sus alas eran más oscuras de lo que creía que eran… me miro con sus azules e intensos ojos y sonrió entonces noté que tenia colmillos, también que no era tan blanco… pero su sonrisa irradiaba amor. Me sentí cómoda a su lado, de repente me pongo a pensar en Tom ¿A dónde iría? Shasta leyó mi pensamiento…
_No es bueno que lo sigas
_ ¿Por qué lo decís? Por lo que yo vi el está confundido…
_Esa es la razón por la cual no voy a permitir que te acerques a él, está confundido, lo que significa que no está ni de nuestro lado, ni de los otros… lo que lo convierte en un enemigo más peligroso.
_Todavía no entiendo por qué Amalia lo dejó ir…
_Quién sabe…- respondió haciéndose el indiferente, yo sabía que el tenía muy claro por qué razón ella lo libero… seguro que aquella nota diría muchas cosas importantes y revelantes… ¿Por qué su silencio? ¿No era una pelea de todos? ¿No era que nuestra unión se basaba en la confianza?
Llegamos a la calle de mi casa, comenzó a bajar su vuelo hasta llegar a la cuadra en donde vivía.
_Gustav te va a ver! Escondete!
_Pfff como si no te hubiera visto volar a vos-tenía razón, ya sabía que no era muy normal que digamos. –debes ser más cautelosa….
Los chicos seguían en la vereda, Gustav tenía una cara de “todo esto es muy raro para mí”, estaba pálido como un muerto… cabe aclarar que su tez no es morena en lo más mínimo, el muchacho necesitaba explicaciones y no había excusas. Sus ojos se abrieron enormemente al ver como el ángel me depositaba delicadamente en el suelo mientras yo me tambaleaba por el mareo producto de la fuerza de Tom y el miedo del viaje, se paró de inmediato y me ayudó a sentarme al cordón de la vereda, Shasta miraba una pequeña especie de brújula negra que tenia agua adentro y una burbuja que se convertía en una espesa nube negra al advertir verdadero peligro, Gy ayudó a Gustav a ayudarme a sentar y Fer miraba embobada lo que Shasta hacía. Con su mirada perseguía cada movimiento que él hacia: si miraba hacia arriba, hacia la “brújula” si se tocaba un ala… para ella él era una deliciosa sinfonía de perfección, un coro del cielo, una sensación de vuelo, un suave aroma a rosas… Gustav estaba completamente en casi un estado de shock: no entendía nada, preguntaba y no terminada de decir algo que se interrumpía a sí mismo para añadir otra pregunta a la lista, Shasta era un ser paciente y suave y más que nada educado. Esperó respetuosamente a que el joven termine con su catarata de preguntas para responderlas una a una con toda la paciencia que fuera necesaria y con las palabras justas que un mortal necesita saber; aunque a la larga las respuestas le hagan surgir más dudas… pero eran cosas demasiado complejas para entenderse en solo una vida. Sólo Shasta que era un ser divino y lleno de pureza pudo entenderlo todo en el simple instante en el que su gran amor perdió la vida.
_ ¿Qué fue todo esto?-inició Gustav con se bombardeo de preguntas.
_ Algo que jamás olvidaras…
_ ¿Sos un demonio?
_ ¿Lo parezco?
_Un poco…
_Entonces, si, un poco….
_ ¿Agustina lo es?
_ Menos que yo…
_ No lo entiendo-replicó.
_ Ella está separada de mi por 15 generaciones, mi sangre se mezcló un poco con el paso del tiempo, además fue bautizada…
_ ¿Cómo luce Dios?
_ Como un Dios, como el Señor de Cielo que es…
_ ¿Entonces?
_ Debes ser paciente y esperar, yo no me voy a entrometer entre Dios y vos… El decidirá cuando lo podrás ver.
_ ¿Qué es eso que tenes en la palma de tu mano?
_ Una Advertidora…
_ ¿Para qué sirve?
_ Como la palabra lo dice, advierte cuando hay peligro cerca.
_ ¿Me la regalas?
_ Lo siento, esto no funciona con los mortales, además planeaba regalársela a Agustina-dijo mientras me extendió el regalo, yo sonreí…
_ ¿Te puedo pedir entonces una pluma?
_ La que quieras-dijo extendiendo su enorme ala plateada y negra.
_ Ésta-dijo arrancando una de la parte mediana que era parte plateada, parte negra. Apenas tocó la mano de Gustav cambió de color y pasó a ser naranja.- Creí que era plateada y negra…
_ Lo es, cambia de color según tus emociones…
_ ¿Qué significa cada color?
_ ¿No sería más emocionante descubrirlo por vos mismo?
Gustav miró pensativo hacia el cielo y luego miró a Shasta con una sonrisa; siguieron hablando acerca de muchas cosas, la conversación podría haber durado horas pero mi madre salió para ofrecernos un té o café, estaba refrescando ya y teníamos un poco de frío. El angel desapareció. Todos lo buscamos por tierra, Fer, desesperada, se levantó y buscó en el cielo… “Allá!”-dijo señalando hacia el norte; volaba rápido y ondulante, pronto se perdió en la espesura de las nubes rosadas que indicaban que mañana seria un buen dia.
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