martes, 8 de febrero de 2011

CAP. 38

Oh, mis ojos no podían creer aquella hazaña artística producto de la madre naturaleza,  jugando junta a la magia de los cosmos.
Tal como las cosas aparecen de repente, así es la geometría de una flor.(*)
3 pétalos, 3 veces llamo y respondes mostrando la galaxia explotar mientras juntos cabalgamos hacia otros planetas (*), ¿Qué tan lejos me llevarás? (*)
Nuestra próxima próxima estación, mucho más allá del Sol (*). La esfera ya no gira mas, mira a otro planeta y se va (*) junto a vos. Ya no te veo aquí ¿Qué tan lejos estarás?
La voz de mi madre anunciando la hora del almuerzo nos interrumpe, y unos pequeños destellos flotan a la luz formando un arco iris artificial. "Si las larvas pueden ser dulces, mal vecino las exterminará"(*)- pensé luego de que mi madre me interrumpiera.
Ambas, Gy y mi madre, comían desaforadas, mientras que yo me inundaba en mi mar de pensamientos. 
La hora de almorzar terminó, y mi madre salia corriendo al trabajo mientras que Gy lavaba los platos, hoy era su día de hacerlo. Yo me dirigí a mi habitación y me tiré en mi cama... Cierros los ojos y caigo.

Una carta a lo lejos flota en un prado... me acerco y la tomo:
"Hoy te busqué en la rima en que duerme con todas las palabras. Si algo callé es porque entendí todo menos la distancia.
Desordené átomos tuyos para hacerte aparecer un día mas, un día mas...
Arriba el Sol, y abajo el reflejo de cómo estalla mi alma. Ya estamos aquí y el paso que dimos es causa y es efecto.
Cruza el amor, yo cruzaré los dedos y gracias por venir... gracias por venir.

PD: cruza el amor, yo cruzaré los dedos..." Adaptación de Puente_ Gustavo Cerati  (Bocanada, 1999)

Todo comienza a sacudirse, los árboles a lo lejos comienzan a caerse y las montañas se desvanecen y se hacen espuma, poco a poco todo desaparece y comienzo a oír una voz desesperada...
_ ¡Agus! Gor, arriba, vamos. Por favor- zamarreaba Gy con lágrimas en los ojos, desesperada.
_ ¿Qué pasa?-desperté sobresaltada.
_Hacen ya 6 horas seguidas que dormís, no te van a hacer bien.
_¿6 horas?-pregunté sorprendida, miré en el reloj de pulsera y mi nublada vista de a poco se aclaró hasta que figuró en el centro él hora, 20:10.- Oh, Dios, tenes razón...
Gy se encontraba un poco triste porque hacía mucho tiempo de que no veía a Georg, eso me hacía sentir culpable de algún modo. De repente, se me ocurrió para animarla un poco invitarla a caminar cerca de casa, a dar una vuelta y distraernos un poco de todo el vicio de la casa.
Ella accedió contenta y ambas salimos mientras comencé a contarle todo lo sucedido el día de hoy. 
Caminamos y caminamos hasta que llegamos a una plaza que se encontraba cerca de nuestro hogar, y a pocos metros del bar en donde Gustav trabajaba junto a su familia....

Nos sentamos en los bancos dejando que el aire al cual, podríamos llamarlo "puro" nos revolviera apenas el cabello y nos hiciera erizar la piel por su frescura. El aroma de los cipreses nos hacia picar poco la nariz mientras veíamos a los niños correr y jugar de un lado hacia al otro junto a sus padres. Jóvenes paseaban sus perros y yo a más de uno me le acerqué para acariciarlo, les tenía mi propio amor a esos animales, tan tiernos, fieles, peludos y babosos. Definitivamente cumplían con lo requerido para convertirse en el mejor amigo del hombre. A ellos no les importa si sos lindo o feo, si tenes dinero o no, si sos una persona intelectual o un zonzo… a ellos solo les importa como sos por dentro, tienen la capacidad y la facilidad increíble para poder ver tu aura y saber cómo hacer para hacer sentirte mejor. Aun no entiendo como las personas pueden lastimar, matar, abandonar, y maltratar a esos verdaderos ángeles de la madre naturaleza. En fin, se me acerca un cachorro labrador color café simpático y escurridizo que saltaba hacia mi falda y se lanzaba al piso, iba y volvía y ladraba con alegría.

_Ey!-oímos a lo lejos de la plaza, y vimos a un joven corpulento rubio de pelo corto que corría en nuestra dirección, agotado, con una mano levantada y con la otra sosteniendo una correa roja.
Se acercó unos metros más y lo reconocimos en el acto.
_ ¡Gustav!-gritó Gy.-Se acercó más y se sentó de un salto a nuestro lado en el banco.
_Chicas, tanto tiempo, ya creí que no las volvería a ver, ¿Cómo están?
_Bien, ¿Vos?
_Eh… bien, bien…-tomó aire- adopté a un perrito y me está haciendo renegar mucho.
_ ¿O sea que esta bola de pelos y baba color café es tuya?-pregunté mientras le hacía mimos en la panza.
_Si…-contestó orgulloso- lo recogí de una caja que estaba en el centro en plena plaza principal. La gente pasaba y le pateaba la cajita corriéndolo del paso, yo iba con mis auriculares escuchando música a todo volumen cuando tropecé con algo me agaché y se asomó una lengua chica y áspera con olor a cachorrito que se me pegó enseguida en la cara… me encariñé enseguida y lo levanté y lo puse frente a mí, estaba casi desnutrido, se le marcaban las costillas y apenas tenía fuerzas para ladrar. Lo llevé a mi casa y por suerte se encariñaron rápido con él y me dejaron tenerlo.
_ ¡Qué dulce, qué lindo!
_ ¡Qué asco!-dijo Gy mientras lo veía, ella y la naturaleza no se llevaban nada bien.
_Si, igual… ahora tengo que llevarlo al veterinario a que lo vacunen, se quedó abierto hasta después de hora para esperarme porque sabe que trabajo en el bar y que estoy muy ocupado.
_Oh, que medico tan simpático.-dijo Gy
_Si, es verdad… seguro que te cobra más caro-bromeé
_Espero que no, ¿Me acompañan? Está a 6 cuadras de acá. Con Gy nos miramos y nos sonreímos, no teníamos nada que hacer. Accedimos- Ah, y Agus, estás demasiado flaca. Yo que vos suspendo la dieta un tiempo…
_ ¡No estoy a dieta!-vociferé ya cansada de que me molesten por mi poco peso, algún día me recuperaría.

Luego del pequeño viaje, con el que yo me divertía jugando con el perrito de Gustav, nos topamos con una gran puerta de vidrio que estaba iluminado con frías lámparas incandescentes blancas que, debía admitir,  hacían darle un aspecto de morgue al lugar.
Por doquier había afiches de anatomía canina y felina. Cuadros con títulos universitarios y otros con pinturas de perros. El piso estaba decorado con baldosas blancas y negras y por cada tanto intercalado por ahí había unas huellas de patitas de perro gastadas por la suela de los zapatos.
Una gran mesada se disponía frente a nosotros, con una caja registradora y a su alrededor estanterías colmadas con productos de pet shop.
Enseguida salió un viejo, tras una puerta detrás del mostrador, de mal aspecto y con cara de uranio que parecía que todo le caía mal.
_ ¿Qué hacen molestando acá?-gruñó el viejo mientras se oían los llantos de un perro al fondo del lugar
_ No creo que sea un buen lugar para vacunar a tu cachorro, Gus- le murmuré en vos baja. Me miró y avanzó.
_Disculpe, yo hablé por teléfono con usted para traerle este perrito para que me lo vacune… no sé si recuerda-La cara del anciano cambió por completo.
_ Ah, Gustav… si, lo estaba esperando es solo que  estoy cansado de esa gente rara que viene por las noches preguntando por un tipo, no sé, Georg o Gregorio o “Gremundo”- dijo el anciano-pero si, si, ustedes vengan con migo al fondo.
Mi cara paso del horror al asombro cuando el anciano nombro a Georg, y más de que lo estaban buscando. Gy me miró preocupada cuando él lo nombró y se puso pálida. Llegamos al fondo del lugar donde vimos al perro autor de los llantos. Al parecer estaba bien de salud, pero gritaba como si por dentro se estuviese desangrando. Lo miré lastimeramente, el doctor notó mi cara de preocupación y me tranquilizó:

_Mira que Rupertito no le pasa nada, ¿Eh?, solo es caprichoso. Llora de esa manera como lo haría un niño malcriado de 9 años por sus galletas favoritas-dijo mientras le acariciaba la cabeza y el perro la sacudía disfrutando las caricias y haciendo ruidos quejosos, mirándolo con ojos de… bueno, de “perrito”- la diferencia entre él y un malcriado, es que el me puede-y entonces se acercó a una estantería de dónde sacó una caja de galletas para perros en forma de hueso y le convidó con unas cuantas.
 De repente se me dio por preguntarle acerca de eso que antes había mencionado sobre Georg.
_Disculpe, no sé si oí bien, pero es que me mata la curiosidad…
_Es sobre ese tal Georg, ¿Verdad?-interrumpió mientras vacunaba a la bola de baba color café de Gustav.-sí mira… la primera vez vino un tipo muy agradable, te hablo de años y años atrás ¿Eh? No sé, ese chiquito solía entrar a robarme los canarios que antes vendía y él me los liberaba… era un mocosito de la calle, de esos que pedían. Después de que ese tipo llego, uno rubio, altísimo bastante impecable te digo… en fin, después de que ese vino… ¡Desapareció!-dijo haciendo un gesto con las manos y con su ceño, de seguro se refería a Shasta.-Hasta ahí todo bien… después vino una pandilla de todos tipos vestidos de negro, un aspecto bastante raro. Dientes muy blancos… debo admitir que su dentista hizo un buen trabajo. Seguían a un flacucho ojos azules pelo negro, linda pinta, de no ser por su rareza…  bueno, llegaron esos raritos, y también me preguntaron sobre él… No les di respuestas, no estaba en mis días y, sinceramente, no me caían bien… Jo,  pero qué escándalo me hicieron, increíble. Me despatarraron todo el lugar y me desangraron las mascotas, perros fríos.
_Oh, sí lo son…-obviamente yo sabía a quienes se refería, el grupo de vampiros de Andy.
_Es más por ahí me dejaron una marca en la pared color rojo sangre que no se sale con nada.-dijo señalando tras un cuadro en la pared. Había dejado la inicial de su nombre “A 666”. Macabro lo suyo-Después cayó una mina, alta pelo largo… con un carácter bastante fuerte. Ah pero de esa no me olvido más… esa. Esa me trajo mil y un problemas a mi vida, el día que ella me visitó y que yo no le di respuestas me advirtió que lo lamentaría… minutos mas tarde se fue y recibí el llamado de los bomberos avisando que mi casa se había incendiado y que en el incendio perdí a mi mujer. Me sentía estremecido y ya casi hasta había muerto yo también. Una hora después la policía caminera hallo un auto hecho trizas en donde viajaban mis tres hijos a un concierto… Fue una época muy dura para mi…
_Lo sentimos mucho…-se lamentó Gy.
_Si, bueno, la vida sigue, ¿No?
_Es muy cierto. Y lamento mucho insistir, pero de verdad es importante para nosotras saber si alguien ha venido recientemente a preguntar sobre él.
_Mmm, no. Nadie. No por él…
_ ¿Por quién?
_ Por una tal Marina, un Francisco y a ver si no olvido a nadie… Ah! Si, también a un tal… Mmm-pensó mientras yo rogaba que no diera Bill- un tal, esperen que la vejez afecta mi memoria… un tal, también, vienen con nombres más raros acá.
_ ¿Bill?-preguntó Gy
_Si, ese… su perro ya está listo Gustav, le recomiendo que lo alimente con comida para perros mezclada con leche entera, nadie sabe de dónde viene el pobre.
_Bueno, muchas gracias.-dijo Gustav un poco extrañado por la conversación que llevábamos con Gy y el anciano.
_Disculpe pero ¿Recuerda el aspecto de esa persona?
_ ¿Persona? Diría yo bestia… Entró y forzó mi puerta, miren, está hecha un manojo de chapas… No parecía tan malo. Usaba ropa demasiado grande, como si fuera un ex obeso, también tenía buena pinta, de seguro debe tener muchas novias, tenía un aro en su labio derecho, loco de mierda.
En fin, entro con una carácter y una mirada salvaje, fuerte, que realmente acosaba, me preguntó por un tal Bill, dijo que sentía su olor por acá, eso me causó gracia parecía una fiera cazando una gacela. Le dije que no sabía nada, que esto no era el servicio de Missing Children sino una veterinaria, entonces me ahorcó miren, tengo mis marcas aun-señaló el cuello.-la sangre ya estaba en mi cabeza, toda, retenida, casi muero pero me tiró con fuerzas sobre la pared y me preguntó por una tal Agustina, también… le dije que no la conocía…-Los tres nos estremecimos al oír eso- La describió era… era. Así como vos, ¿No sos vos, no?-preguntó asustado el viejo.
_No, no soy yo.-caminé nerviosa mientras divisaba los tarros de fluido, con mi magia los abrí todos.-Bueno, nos tenemos que ir, muchísimas gracias por su información, y Glück…
_Eh?-preguntó desconcertado el viejo.
_Eh, nada, me atraganté-dije y haciéndome la torpe tire todos los tarros de fluido por toda la veterinaria que quedó convertida en un río marrón.

Salimos apuradísimos por mi “error” y llegamos a la plaza, nos sentamos en un banco.
_ ¿Por qué hiciste eso?-preguntó Gy.
_Si Tom y los demás nos siguen por el olor, la mejor manera de dejar a ese pobre hombre en paz es quitando nuestro olor, y, ¿Qué mejor solución que el fluido concentrado en esa cantidad?
_Oh, es cierto, estuvieron buscando a Georg, los hijos de puta esos…-gruñó Gy.
_Por suerte ya no  lo buscan mas, ahora a quienes nos joden es a mí y a Bill-dije mientras vi a Ícaro rondar por sobre nuestras cabezas-Vamos a casa, chicos.
Prácticamente corrimos, y con nuestro último aliento, llegamos a casa, abrimos y nos metimos dentro. Cerré todo con traba y nos sentamos tranquilos.
_Sinceramente yo no entiendo nada, pero… ¿Tienen leche entera?
_En la heladera saca y servile en un plato hondo.
_Bueno, ahora… ¿Me pueden explicar sobre ese tal Georg, ese tal Bill, el ser alto agradable la mina de mal carácter y los raros?
Le explicamos todo con paciencia, y enseguida entendió por Shasta al tipo alto, a los demás le costó entenderlo. Mientras el entendía comenzaba a caerme de a poco la ficha…
_Gy, respondeme al-dije y me incorporé-¿Por qué los lirios tienen un aroma tan profundo cuando tengo contacto con ellos?-Meditó un rato.
_...Para así perder tu aroma…
_ ¿Esa veterinaria por donde queda?
_...Por el camino que tomás para ir a la escuela…
_Eso significa, que me huelen.
_O que oles mal y el chico te insinúa algo con las flores-dijo Gustav masajeando la pinchada piernita de su perro. Gy se reía.
_No, callate vos y masajea a… ¿Cómo se llama?
_Mmm… un nombre humano, Bruno.
_Bueno acaricia a Bruno y hace mutis.
_Ok, ya me vas a necesitar para algo… -dijo haciéndose el ofendido.
_Ah, y lindo nombre-dije y seguí.-Lo que significa que ahora que saben cómo rastrearme las personas que están con migo a diario corren riesgo, como mi madre…
_Hablando de ella, ¿No debería haber llegado hace una hora?-Me asusté. Gustav miró con cara de desgracia y se detuvo.
_Algo le pasó-dijimos los tres a la vez.
Mi desesperación comenzó a crecer…
(*) Todas las frases señaladas con el asterisco pertenecen a frases sacadas de las canciones de Gustavo Cerati (Magia, Naturaleza Muerta, Convoy y Numeral-del albun FUERZA NATURAL(2009) y de la canción Uno Entre Mil-de su album AHÍ VAMOS (2006) )

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