Entre sollozo y sollozo llamé a Shasta. Rendida en la cama... con los ojos hinchados de tanto llorar y mi cara empapada de lágrimas.
A las corridas Gy cerró la puerta y luego de un fuerte ruido y un poco de luz, de la cual ya no me parecía tan magnífica al ver la que en el Cielo había, aparece Shasta entristecido por verme así, quebrada. Se sienta a mi lado y me acaricia el pelo.
_ ¿Por qué lloras?
_ ¡Por Bill!-dije entre lágrimas.
_Todo está bien...
_No! ¿Cómo podés decir eso?
_Yo sé lo que te digo... solo pensalo...-dijo y desapareció.
_ ¿Shasta?-me levanté de golpe-Komm! KOMM!!!!!.
Mientras más insistía menos aparecía, enseguida recordé el velón negro que me obsequió para cuando mi magia no funcione, pero el falluto objeto no funcionaba. Intenté con 89 fósforos encenderlo y no funcionó. 89 veces con un encendedor, pero nada...
Me enojé con todo, con mi cabeza a gachas me dirigí a la ducha.
Llené la bañera, me sumergí y dejé que el agua me limpie mi mal humor. No oía un solo ruido, solo la canilla gotear. Pasé horas allí. Mis dedos, como pasas, lavaban mi cabello.
Luego de unos instantes, salí.
Me cambié y me dirigí a mi habitación, con el tallón en la cabeza.
_ ¡89 Minutos en al agua chapoteando! Juro que los conté!!!- reclamó Gy apurada por ir al baño.
89, de nuevo, no podía ser. Seguro era coincidencia... me dirigí a la cocina y oí las noticias:
"89 personas resultaron heridas luego de un grave accidente del cual por suerte no hay muertos en el cruce de acceso a las rutas 8 y 9, en el kilómetro 89..."
Me desespero, mi corazón palpita fuerte.
-Hija, se me quemó la tortilla - era típico en ella- pero hay sopa de letras y números... esa que tanto te gustaba de chica.
Todos los niños amábamos la sopa de letra y números. Creo que fué un buen negocio para quienes las crearon, asi era la única manera que a la mayoría de los niños nos guste tomar sopa.
_Ya le aviso a Gy-dije mientras mi mente se paseaba por toda la Galaxia completa.
Las tres nos sentamos, Gy almorzaba desaforada, mi mamá la miraba con un poco de miedo y yo ni tocaba mi plato. Cuando a la fuerza mi madre me hizo terminar el plato, miramos las ultimas letras que quedaban...
_A mi me quedó un G y un 1 -dijo Gy.-G, de Gy!
_O de Georg....-murmuré, Gy se puso bordó de la vergüenza, me pateó por abajo de la mesa.
_A mí solo una N...-dijo mi madre decepcionada como si esperase otra letra...
Miro mi plato... 89, mierda...
_¿Qué te tocó. Agus?-preguntó Gy.
_89...-Murmuré asombrada Gy se atragantó con el trago de jugo que tomaba y mi madre nos miraba desconcertada a las dos mientras levantaba la mesa.
_ Tengo que ir al trabajo, asique les pido que laven los platos.-Dijo mamá mientras nos besaba en la frente. Al cabo de media hora se fué.
Nos quedamos solas, al fin mientras yo lavaba los platos y conversaba con Gy. Estaba deprimida, no quería hacer nada... la persona que amo está muerta. Tenia ganas de irme con el también. Pero, por otro lado estaba un poco felíz por Gy y Georg.
Mientras lavaba Gy me contaba lo que había sucedido.
_...En fin, mientras vos y Bill-bajo el tono de voz al nombrarlo.-estaban en el país de las maravillas... Georg estaba muy nervioso a mi lado.
Yo me senté en la cama muerta de la tentación de reírme, y Georg transpiraba como loco por los nervios, tenía las manos hechas una catarata. Hablaba y se le trababa la lengua... Yo casi no le entendía lo que me decía, no se eran cosas incoherentes y confusas, el notó mi cara de desconcierto se calló la boca.
De repente, sin darme cuenta me encontré con la cabeza apoyada en su falda, yo acostada y el sentado, contándole de mis problemas mientras nos tomábamos de la mano y me acariciaba el pelo con la otra.
Entonces, no sé… sus ojos verdes, su cabello castaño, su sonrisa… me causaron mucha ternura… y me acerqué y el también lo hiso y… y…-comenzó a sonrojar- nos besamos…
Qué dulce… me alegraba muchísimo por ellos dos, pero sin embargo mis ánimos no daban para nada.
Quería dormir, aunque no tuviera sueño. No quería existir más…
Más de una vez Gy me encontró en la habitación con un cuchillo en la mano intentando irme con Bill. Ya a la ultima vez, vez número 89, se sentó a mi lado:
_Mira, esto es lo que se siente-dijo y tomó el cuchillo y comenzó a cortarse. En pocos instantes la sangre broto de sus muñecas y yo desesperada intentaba frenarla…-así me siento yo cada vez que vos lo hacés… no lo hagas mas, ¿Si?
Los días pasaban, las semanas corrían, bajaba mi rendimiento en la escuela, no hacía nada, solo dormía.
Estaba deprimida, ojerosa, no comía… Marlene de a tantos se me aparecía pero la ignoraba, dejaba que le hablara a la pared.
No escuchaba a nadie, me había encerrado en mi propia burbuja y no quería salir, por mas que una parte de mi si lo quisiera… no tenia incentivos para seguir hacia adelante.
¿Cómo vivir sin sus abrazos? ¿Cómo ver en mi caja los lirios que alguna vez me regaló? Extraño sus besos, su voz, su presencia…
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